• Antonio Monzón Moreno, profesional de golf de Lanzarote Golf

    Entrevistas
    28 de Octubre de 2018
    Antonio Monzón Moreno, profesional de golf de Lanzarote Golf

    Antonio Monzón Moreno

    ANTONIO MONZÓN MORENO

    PROFESIONAL DE GOLF EN LANZAROTE GOLF

    Necesitamos más inversión en material para poder seguir apoyando la cantera

    Empecé de caddie en Bandama con tan solo 5 años, (nací en 1954) y estuve hasta que tuve 18 años trabajando posteriormente en la hostelería. Regresé a Bandama con 24 años, ya solamente para jugar, con Emilio Perera, Sebastián Sánchez Chil (DEP) invitado siempre por Don Carlos Alonso Lamberti, entonces presidente del Club.           

    ¿Que hace un buen caddie?

    Un caddie es el mejor consejero del jugador clasificándose por categorías.  Los de tercera categoría eran aquellos que solo llevaban las bolsas y miraban donde caían las bolas para que no se perdieran; los de segunda ya eran más útiles al jugador pues además les daban pequeños consejos y los de primera eran semi-profesionales, pues sabían aconsejar en la colocación, la selección del palo, decisión sobre el golpe a ejecutar, entre otras muchas cosas. Tuve la suerte de ser el caddie de Don Enrique Fisher, Mister Dunn, Mister Pavilland así como de Doña Tere Fuentes –entonces la mejor jugadora del Club junto con Otilia Bonny- durante varios años y además, nosotros, los caddies de primera, nos ocupábamos de enseñar a los hijos de los socios cuando empezaban, pues los profesionales se ocupaban de los mayores.          

    ¿Era complicado empezar como caddie?

    Tengo un excelente recuerdo de aquellos años, aunque parecen difíciles ahora que los resumo, entonces pasábamos muy buenos ratos, aunque estábamos muy muy controlados. Los socios eran buenas personas y nos trataban con respeto y cariño, pero a los caddies no se nos permitía coger un palo de golf y hacer swings, mientras esperábamos, debajo de la higuera o en el edificio que a posteriori se convirtió en La Posada, a la sombra, para poder salir al campo a trabajar. Casimiro, entonces master caddie, era el que mandaba e imponía las normas, siendo una persona muy especial. En alguna ocasión nos dirigimos a la Junta Directiva del Club, a Doña Ursula en particular, para presentarle nuestras quejas sobre como el master caddie nos pagaba, quedándose con parte de nuestras propinas y por ello conseguimos que poco a poco fuera mejorando.

    Curiosamente una de nuestras obligaciones, era retirar las banderas a la caída del sol y cada uno de nosotros era el encargado de llevarse las banderas a su casa y traerlas al día siguiente a las 09:00, siendo yo responsable de las del 1, 2, 3, 4, 5 y 6 pues vivía en Las Cordilleras.

    Teníamos solo una hora para jugar, creo recordar que era los jueves por la tarde, pues nuestras clases en el colegio eran a primera y última hora del día, en el colegio del Raso, trayéndonos la comida nuestras madres al campo, almorzando cuando descansábamos.

    Había caddies muy buenos, entre los que destaco a Antonio Sosa o Juan Lisardo (un chico que hacía el par del campo con 12 o 13 años) que jugaban muy bien, pero Casimiro no les permitió despuntar.

    Don Enrique Fisher fue el primero que me regaló unos zapatos de golf, un día que se me destrozaron las zapatillas de esparto por la lluvia, aunque fueron de un par de números mas que mis pies.

    Tere Fuentes a mí y a mi familia nos ayudó mucho, entre otras muchas cosas le pago los billetes de avión a Madrid, la estancia de mi madre en una pensión y los taxis para que pudiera atender a mi hermana para operarla del corazón… Mi hermana fue operada, se recuperó y ha podido hacer una vida normal, nos recuerda Antonio con lágrimas en los ojos, emocionado.   

    ¿Como llegó a Lanzarote?

    Dejé Bandama, para dedicarme unos años a la hostelería en Gran Canaria y a continuación en Lanzarote, conociendo a los entonces gerentes de Costa Teguise Golf, Enrique y Paloma, los cuales me permitieron jugar en el campo, entrenar y la posibilidad de enseñar, lo cual no pudo ser entonces, pues me faltaba la titulación. Estuve entrenando 6 meses y me federé con handicap 4,4 (pues había dejado de tener licencia durante muchos años) y a pesar de aprobar los exámenes fui denunciado por que parecía imposible que yo hubiera bajado hasta 4,4 en tan poco tiempo. Tuve que volver a esperar otra convocatoria para poder examinarme, con lo cual entrené y trabajé en Costa Teguise Golf para luego ir a la península a jugar y hacer las vueltas para presentarme al examen, llegando a viajar por la península, conocer muchos campos y disfrutar, sacando finalmente el título de monitor. Seguí con mi objetivo final y gracias a poder dar clases, mejorar mi juego, logré -primero las vueltas para pasar el examen- y obtener la categoría de jugador profesional hace 8 años.

    ¿A que se dedica ahora?

    Ahora soy el profesional de Lanzarote Golf (Puerto del Carmen) y además, cuando tuve la oportunidad acepté dirigir el bar restaurante del campo. Hemos creado una escuela de golf que ha dado sus frutos. Hay que esforzarse mucho para conseguir que los niños empiecen, así que cuando los niños llegan al campo de golf, les damos clases a sus padres para que toda la familia practique al mismo tiempo. Los viernes tenemos a los niños pequeñitos (a partir de 5 años), los sábados a los medianos y los domingos a los más avanzados. Este es un grupo de 8 niños, con los que además de dar bolas, juego con ellos por el campo, teniendo ya nivel para ir a los torneos de la Federación Canaria de Golf a las islas capitalinas, teniendo todos los niños majoreros, gracias a las clases de Nicolás García en Costa Teguise Golf y a las mías, muy buen nivel y estamos muy contentos con sus progresos.

    ¿Que le haría falta para que los niños puedan mejorar?

    Pues nos haría falta que bien la Federación Canaria de Golf o bien las instituciones en Lanzarote nos compraran los palos de golf para los niños, pues la inversión en material para las clases colectivas de los pequeños es muy grande y los palos de ese tamaño son especiales y tienen un tiempo de vida determinado. Necesitamos los equipos de TPI para que los niños aprendan, se diviertan y disfruten con el golf.

    ¿Como se adapta a dar clases a los extranjeros que llegan a Lanzarote?

    Los profesionales canarios hemos aprendido varios idiomas a la vez para poder comunicarnos con los turistas que nos visitan, primero en Bandama con los socios ingleses y coreanos, ahora en Lanzarote con los de otras nacionalidades. Hay que adaptarse por el bien de nuestro deporte.

     

     

     

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