Nuestros campos de golf han asumido un papel proactivo en la protección del entorno y en la promoción de prácticas responsables y alineadas con criterios sostenibles
El clima de nuestro Archipiélago y su biodiversidad única ofrecen condiciones ideales para practicar golf durante todo el año. Esta ventaja lleva aparejada una responsabilidad común: favorecer la protección del entorno que posibilita esta experiencia.
Por este motivo, los campos de golf canarios han adoptado medidas sostenibles, entre las que se incluyen el uso eficiente del agua a través de sistemas de riego inteligentes y el aprovechamiento de aguas regeneradas; la gestión ambiental integral, implementando políticas de prevención de impactos negativos, la optimización de consumos y la sensibilización del personal sobre prácticas sostenibles o alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible incorporando medidas que abarcan desde la salud y el bienestar hasta la igualdad de género y la conservación del patrimonio local.
El golf como ejemplo de equilibrio
La gestión responsable del golf es compatible con la sostenibilidad y puede ser un precedente para sentar las bases de un modelo que aúne los beneficios del deporte y la conservación del entorno. En este sentido, nuestra comunidad sirve de ejemplo para otros campos de Europa por su compromiso con el medioambiente y el desarrollo sostenible.
Desde la Real Federación Canaria de Golf apoyamos y promovemos estas iniciativas, conscientes de que la sostenibilidad es un camino que debemos recorrer juntos: federados/as, clubes e instituciones.