El Golf es mi Universidad
Nació el 2 de abril de 1949 en Tenteniguada, pues su padre era entonces el mayordomo de unas fincas, regresando a Bandama, a la casa familiar ubicada donde se encuentra la actual Posada, recién cumplidos los 8 años. Profesional durante 14 años en el Club de Golf de Las Palmas, donde se formó, media vida en Maspalomas Golf y hoy con casi 70 años, sigue impartiendo maestría.
¿Como fueron sus inicios en el golf?
Desde que volvimos, a Bandama, me aficioné a jugar pues tenía el campo de golf delante de mi casa y todas las tardes juntos a varios amigos -Chano Sánchez Chil, Emilio Perera, Ramón Valido, Antonio Fleitas y Esteban entre otros- y con los socios, entonces la mayoría ingleses, empecé a aprender. Desde el principio me encantó y todo el tiempo libre que tenía, por la tarde, después del colegio, y los sábados y domingos, después de jugar a las siete de la mañana unos hoyos pues nos daba permiso el presidente del club, hacíamos de caddie a los socios, llevándoles las bolsas para ganar unas pesetas y ayudar a la familia, siempre alrededor del golf.
Los primeros palos los hicimos nosotros, torneando y dando forma a unos hierros para que pudieran elevar la bola, pero en cuanto empezamos a mejorar, la familia de Don Juan Domínguez y Vicente Boissier me regalaron una bolsa de palos completa de hierros y maderas de la marca Dunlop, entonces de los mejores.
Los profesionales del Club, eran Felipe Santana y Bartolo los cuales nos daban consejos técnicos y con quienes comentábamos los artículos publicados en revistas especializadas y con ello mejorábamos pues el golf me encantaba y sobre todo poder superarme. Entre los amigos hacíamos pequeños torneos y también con algunos socios que les gustaba competir pues mejorábamos muy rápido y hacíamos muchos birdies.
El Club nos mandó, pagándonos todos los gastos al menos 4 o 5 años, a recibir clases con John Jacobs, el profesor mas considerado durante varias décadas en Europa, a recibir maestría en RC Puerta de Hierro en Madrid, junto a Felipe, Emilio, Chano, la primera vez con 16 años. Esto fue una experiencia magnifica pues Jacobs – por la mañana a los profesionales y por la tarde a los mejores amateurs- además de corregir nuestros swings nos enseñaba a enseñar y a pesar de ser todo en inglés –también había un interprete- se hacía entender perfectamente.
¿Como fue la competición?
Cuando tuve la tarjeta de profesional, en el año 1973, con 23 años, fui a competir por primera vez el “Abierto de Madrid”. Entonces había muy pocos torneos en España y era muy complicado poder participar. Un socio sueco de Bandama, nos invitó a Emilio, Chano y a mi a Suecia a pasar quince días y a participar en el Open de Escandinavia, aunque no pasé el corte por un golpe y en cambio Emilio si lo consiguió, pudimos aprender muchísimo. Mis mejores resultados fueron en Bandama en unos torneos por invitación a los mejores profesionales españoles en el que quedé tercero un año y cuarto el siguiente teniendo por rivales a Antonio Garrido, Manuel Piñero, Tito Abreu, Pepín Rivero, Miguel Ángel Martín, José María Cañizares, Emilio y Chano entre otros muchos.
¿Nueva andadura en Maspalomas Golf, este fue un gran cambio?
Fui profesional del RCG de Las Palmas 14 años, hasta finales de 1984, campo donde me formé y aprendí la mayor parte del golf que conozco, empezando en 1985, a trabajar en Maspalomas Golf al aceptar la oferta de Don Alejandro del Castillo. Desde el principio me hizo enorme ilusión venir a trabajar a Maspalomas a colaborar con Bartolo en el tee de practicas dando clases, atender el cuarto de palos, a marcar el campo para los torneos y a jugar con los turistas que ya empezaban a llegar. Tanto me gusta esta profesión, que a pesar de haberme jubilado hace tres años por cumplir la edad, me he dado de alta como autónomo para poder seguir relacionado con el mundo de la enseñanza.
¿Dónde mejor voy a estar que en un campo de golf?
Fue muy importante que se construyeran los demás campos de golf del sur, Meloneras, Salobre, Anfi Tauro, pues a partir de ese momento Gran Canaria fue considerado un destino de golf y se multiplicó el número de aficionados al golf, jugando en campos diferentes y pudiendo recibir clases. Creo que un par de campos mas sería lo idóneo para poder seguir atendiendo a los extranjeros en invierno pues en verano, el calendario de torneos ha multiplicado la afición de los locales y de los visitantes que se suman a jugar y a entrenar.
¿Como son sus alumnos, que les cuesta mas aprender?
La mayoría de mis alumnos son alemanes, aunque también tengo de otras nacionalidades y mis clases las doy tanto en alemán como en inglés, explicar la técnica en dichos idiomas no me es difícil, el golf ha sido mi universidad.
A un novel de golf, lo que mas le cuesta es quitar la fuerza del movimiento. Lo que es el gripp (forma de agarrar el palo con las manos) o el stance (posición de los pies) es muy fácil y encontrar un movimiento natural es difícil hasta que comprenden que la fuerza bruta no sirve para nada, se bloquean y no hay fluidez en el movimiento.
A los buenos amateurs les cuesta darle a la bola con efectos, controlarlos para que la bola vaya lo mas cerca posible del objetivo. Hay nueve vuelos de bola diferentes con efectos de derecha e izquierda, tanto baja, a media altura y alta y por supuesto la bola recta. Antiguamente las bolas de golf hacían mas efectos que actualmente pues los palos eran todos standard, hoy en día, te hacen unos fittings (mediciones) que sirven para que te pongan las varillas adecuadas a tus palos de acuerdo con la velocidad y potencia del swing, con lo que los palos se quedan perfectamente adaptados y consigues mayor precisión.
Particularmente siempre me han gustado los niños por la facilidad que tienen para captar el mensaje y hacer el swing sin dificultad, ahora estamos dando un cursillo de verano y tenemos mas de 50 chiquillos. Es una maravilla.
MARÍA CASTILLO